Resumen
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Después de “Padrinos y Vampiresos” (Chamaco, 1944), su historieta más importante, Bismarck Mier realizó una serie de parodias sobre cuentos clásicos, películas y hasta óperas, como “Pulgarzote”, “La Marca del Zorrillo”, “Aída”, “Iván El Imbécil”, “Don Juan Notorio”, “Soñar Despierto”, “Las Mil y una desveladas”, “Amor y tiros”, “El Monarca Pato” y “Lucía La Mera Mugre” (ver Catálogo), siempre interpretados por los personajes característicos de Mier, como el pachuco Poca Luz, Huele de Noche, Creciente, Inocentito, el Apagao y la gorda Pimenia, que sin perder su personalidad originaria se convierten en actores de las parodias. En el Don Juan de Mier, su elenco se ve obligado a interpretar varios papeles, pues el autor reitera que "no tiene imaginación para crear nuevos personajes". Pimenia es Doña Inés y también Ana. Inocentito, quien en la ocasión se ve obligado a hacer el papel de una monja, se queja: "ya estoy que reviento de papeles de mujer". Poca Luz es Don Juan, Creciente es Don Luis y el Apagao "actúa" como Don Gonzalo. Se parodian los versos del original: "¿No es verdad ángel de amor que en esta apartada orilla dan ganas de echarse un taco o aunque sea una quesadilla?". En la escena del cementerio Don Juan enloquece con la aparición de los muertos y termina -como reza el lugar común- creyéndose Napoleón, por lo que es recluido en el manicomio.
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