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¡Mamita!.
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No. Catálogo Nautilo 657501
Título: ¡Mamita!.
Datos de la publicación: México, D.F. :Editorial Juventud,1948-1948.
Números en existencia de la HNM: No. 3361 (1 junio 1948)-no. 3519 (6 noviembre 1948).
Publicado en: Pepín.
Argumentista: Carlos del Paso.
Gráfica: Daniel López.
Género: Melodrama.
Técnica: Línea.

Variante temática:
Barrio
Infancia
Crimen
Maternidad

Descripción: Antes de "¡Mamita!" la historieta mexicana siempre abordó el mundo de la pobreza y miseria con mirada ambivalente, por un lado denunciándolo retóricamente, y por otro exaltándolo como la cuna de los mejores valores humanos. Tal es el caso de los melodramas arrabaleros de José G. Cruz, en los cuales hay una visión idílica que exalta las virtudes humanas y sentimentales de los pobres, o de "Almas de niño", de Yolanda Vargas Dulché. A diferencia de estos historietistas, Carlos del Paso y Daniel López en "¡Mamita!" se interesan por el lado más sombrío de la vida de los pobres. El personaje es un niño que vive el mundo de la miseria como un verdadero tormento físico, moral y emocional. La historia comienza en una residencia de la alta sociedad: el pequeño Jorge se ha fracturado una pierna y su padre le reclama a su mujer los constantes descuidos que tiene con su hijo, a lo que ella responde argumentado ser una "mujer de sociedad", con muchos compromisos. Cuando Jorge se recupera, los descuidos continúan y, finalmente, es raptado en un parque por La Ruleta y su compinche El Tenampo, una pareja de malencarados teporochos. Jorgito es llevado a una vecindad y apodado con el mote de El Tilico, en razón de su flacura. Mediante crueles castigos es obligado a robar. Su único amigo es el Canelo, un perro que lo acompaña en sus desventuras. Pasan algunos años y cuando El Tilico es identificado como el hijo de doña Luz Romero, el perverso Potrinns -un sobrino político de la señora- oculta la información e incluso orquesta la falsa muerte del niño, con tal de quedarse con la herencia familiar. Sin embargo, doña Luz deja establecido en su testamento que no deberá entregarse el dinero al sobrino sino hasta que se confirme con toda claridad la muerte de su hijo, a quien debe identificarse por la cicatriz en la pierna que le dejó la antigua fractura. La policía descubre que el cadáver encontrado por el sobrino no es el de Jorge, y prosigue con ahínco la búsqueda del infortunado Tilico, pero es don Cipriano, un viejo habitante del barrio donde vive el secuestrado, quien logra rescatarlo de su infortunio y regresarlo con su madre. Agradecida, doña Luz le ofrece a Cipriano la administración de todos sus bienes, e incluso le propone matrimonio. La historia de este Oliver Twist mexicano que mira la cara feroz de la miseria y el barrio deviene en fundadora del melodrama miserabilista mexicano y será reeditada varias veces en décadas posteriores con el título de Tilico. La última edición data de finales de los años ochenta, fue realizada por Daniel López y la Sociedad de Mexicana de Dibujantes de Historieta, en un intento de crear una editorial independiente.
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