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No. Catálogo Nautilo 657568
Título: Rayito de sol.
Datos de la publicación: México, D.F. :Editorial Juventud,1951-1951.
Números en existencia de la HNM: No. 4396 (25 marzo 1951)-no. 4527 (17 julio 1951).
Publicado en: Pepín.
Argumentista: José G. Cruz.
Gráfica: José G. Cruz.
Género: Melodrama.
Técnica: Fotomontaje.

Variante temática:
Infancia
México rural

Descripción: La actriz infantil Angélica María interpreta a la niña Florecita, "Rayito de sol", protagonista de "esta historia [con la que] comprendimos lo que vale la bondad y la dulzura, dos sentimientos generosos que son por sí solos capaces de llevar a todos los corazones un rayito de sol". Los jóvenes campesinos Eusebio y Macario critican a don Arnoldo, el odiado usurero del pueblo. Al escucharlos, el sacerdote del lugar les recuerda que es malo hablar a espaldas de las personas, y más si son cosas negativas. Esa misma noche el pueblo es azotado por una tormenta y don Arnoldo queda atrapado en su sótano durante tres meses, mientras sus vecinos creen que murió en la tormenta y su cadáver fue arrastrado por las aguas. Su abogado envía un telegrama a Javier -el sobrino pobre de don Arnoldo- para que acuda a tomar posesión de la mansión del tío. Javier se establece en la casa, con su mujer y su hija Florecita. Al jugar a la pelota con su perro "Pinto", la pequeña entra al sótano y encuentra a Arnoldo. La alegría de Florecita transforma poco a poco el oxidado corazón del viejo avaro. Más tarde, Javier contrata como sirvienta a María, una muchacha del pueblo que desea casarse con el joven Román, pero no puede porque su padre ha hipotecado su rancho y don Cástulo le exige casarse con ella a cambio de condonar la deuda. Florecita le pide a su papá que le preste a Román el dinero necesario para casarse con María. Javier acepta, a pesar de que ese dinero es lo último que le queda ahorrado. Cuando están a punto de perder su propia finca, la familia de Javier es ayudada por el padre de Roy Alton, un niño de la capital a quien Florecita ayudó a caminar hace tiempo: "Gracias a ti, Florecita! Vine a darte las gracias y a algo más: ¡Vine por ti para que vayas a México a filmar! ¡Será una película para ayudar a los niños enfermos y desvalidos!". José G. Cruz concluye afirmando que: "esta historia sencilla y modesta fue dedicada a las gentes sencillas y modestas que todavía conservan en sus corazones un poco de amor hacia sus semejantes... y fe, confianza y esperanza en Dios."
Título anterior:
Título posterior: