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No. Catálogo Nautilo 657686
Título: Rosa y Azul.
Datos de la publicación: México, D.F. :Publicaciones Herrerías,1946-1946.
Números en existencia de la HNM: No. 2438 (27 enero 1946)-no. 2480 (10 marzo 1946).
Publicado en: Chamaco.
Director: José Martínez Estrada.
Argumentista: Elia D'Erzell.
Gráfica: José Cárdenas G.
Género: Melodrama.
Técnica: Línea.

Variante temática:
Intrigas pasionales
Romance

Descripción: Historia de unas gemelas idénticas, que encarnan dos tipos radicalmente opuestos de mujer: una es la mujer tradicional, sensata y noble, la otra es la frívola, veleidosa y moderna; la primera representa al idílico mundo provinciano, la segunda al superficial mundo urbano. Una joven viuda que vive en un pequeño pueblo se encuentra al borde de la muerte luego de dar a luz a unas gemelas, a las que llama Rosa y Azul. Cuando la moribunda le cuenta a su amiga Clara que la única esperanza para las niñas es que las acepte la acomodada familia del padre que radica en la capital, Clara se ofrece para cuidarlas, pero luego de 12 años las envía con la familia paterna para que se eduquen. Rosa se vuelve muy estudiosa. Azul se dedica a la frívola vida social. La primera adora los libros, la segunda los vestidos. Cuando llega el momento del examen final, Azul no se ha preparado, pero Rosa la salva sustituyendola en el momento de la prueba. Como premio por sus altas calificaciones, su abuelo les ofrece cumplirles algún anhelo. Ambas piden un viaje: Azul elige Europa, Rosa el pueblito de la infancia donde vive su madrina Clara. En el pueblo Rosa se hace novia de José Antonio, un muchacho que estudia medicina en la Ciudad de México. Rosa enferma y al no poder acompañar a su novio que parte a la capital para su examen profesional, le pide a Azul que la reemplace por unos días. En la ciudad, Azul se enamora de José Antonio y le propone a Rosa dejar que él decida a cuál prefiere: si a la que conoció en el pueblo o con la que paseó por la ciudad. Al encontrarse de nuevo con Rosa, el hombre en disputa encuentra una mirada distinta a la "mirada coqueta de la ciudad" y le dice que prefiere a "esa Rosa que a la de la capital". Azul (que ha escuchado todo detrás de la puerta) acepta la victoria de la hermana: "¡Dios ha sabido dar a cada quién lo que merece!", sentencia la moraleja final.
Título anterior:
Título posterior: