Series -> El Hijo de Emoé.
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No. Catálogo Nautilo 657933
Título: El Hijo de Emoé.
Datos de la publicación: México, D.F. :Editorial Juventud,1950-1951.
Números en existencia de la HNM: No. 4230 (18 octubre 1950)-no. 4513 (5 julio 1951).
Publicado en: Pepín.
Argumentista: Yolanda Vargas Dulché.
Gráfica: Antonio Gutiérrez.
Género: Melodrama.
Técnica: Medio tono.
Variante temática:
Romance
Intrigas pasionales
Negritud
Racismo
Esclavitud
Descripción: Segunda parte del episodio de "Don Proverbio" titulado "Carne de ébano". En estas historias Yolanda Vargas Dulché presenta su romántica e idílica versión del esclavismo estadounidense, y da muestras de su fe en la reconciliación de las razas. Al igual que en muchas otras de sus historietas, tras un camino lleno de asperezas y dolor triunfa la bondad humana y se llega al final feliz. Doce años después de haberse entregado a un hombre blanco llamado Charles Britts para salvar de la muerte al hombre que amaba, Emoé vive ahora con su hijo Bogart en un pequeño pueblo de negros liberados. El pequeño tiene que enfrentarse a puños constantemente con sus compañeros, pues no soporta que lo llamen "blanco" debido a sus ojos verdes. Cuando Emoé muere, Bogart pierde su libertad y se convierte en esclavo de la plantación de don Esteban. Al principio es azotado por protestar ante las injusticias cometidas contra él y sus compañeros, pero muy pronto Albert -el hijo de don Esteban- lo protege de los capataces de su padre y se hace su amigo. Cuando Albert se marcha al norte para estudiar, Elizabeth -la bella e interesada prometida de Albert- intenta seducirlo. Sorpresivamente Bogart se entera de que su padre lo ha reconocido y le ha dejado una cuantiosa herencia. Al principio la noticia le es indiferente, pero cuando Albert le explica que "siendo libre y rico puedes llegar a conseguir lo que más hayas ambicionado", Bogart decide aceptar la fortuna para ayudar a sus hermanos negros a conseguir su libertad; tras fundar su propia hacienda, el heredero se dedica a comprar esclavos para liberarlos. Se casa con Dydia, quien fallece al dar a luz a una niña negra de ojos verdes, como los de su padre y los de su abuelo. Entretanto, Elizabeth hace sufrir a Albert -y a cuanto hombre se le antoja- hasta que queda convertida en un monstruo a causa de un accidente. Al volverse a encontrar a Bogart, la infortunada le pide que la mate. El negro le responde: "ya nada me queda por hacer, más que compadecerte al ver que ahora tu fealdad te llevará al camino de los remordimientos y tu vida será una larga cadena de dolor". Cuando don Esteban fallece, Bogart protege a Albert, quien ha caído en desgracia: "si en mi infancia, cuando estaba desamparado, tú me tendiste la mano y de esclavo me convertiste en tu hermano, ahora me toca a mí corresponder. Esta hacienda es nuestra Albert, y entre los dos haremos que la tierra dé fruto".
Título anterior: Carne de ébano
Título posterior: