Series -> El Flechador del cielo.
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No. Catálogo Nautilo 657458
Título: El Flechador del cielo.
Datos de la publicación: México, D.F. :Editorial Juventud,1936-1938.
Números en existencia de la HNM: No. 33 (14 octubre 1936)-no. 112 (19 abril 1938).
Publicado en: Pepín.
Argumentista: Alfonso Tirado.
Gráfica: Alfonso Tirado.
Técnica: Línea, Medio tono.
Género: Aventura.
Variante temática:
México Prehispánico
Mitología
Descripción: Esta es la primera historieta mexicana que publica "Pepín", los 32 números anteriores de la revista sólo habían presentado material extranjero. El recurso que utiliza Alfonso Tirado para nacionalizar el género de aventuras consiste en ubicar a su héroe en un pasado prehispánico, cuya lectura puede efectuarse en los términos de las fantasías heroicas habituales del cómic norteamericano de la época, como "Flash Gordon". Quizá Tirado intuye que para los lectores de los pepines el pasado prehispánico resulta tan exótico como el planeta Mongo. Lo cual no obsta para que Tirado se cuide de salpicar su serie con cierto carácter didáctico, y proporciona información sobre la cultura azteca a través de viñetas insertas en medio de la trama. El personaje de la serie es Moctezuma Ilhuicamina y su saga comienza cuando el guerrero expulsa de Tenochtitlan a los usurpadores Yemac y Mixe, para restituir en el trono al legítimo monarca Quilatzi. En el segundo episodio Moctezuma se interna en un exótico reino subterráneo habitado por cavernarios sedientos de sangre, a quienes el soberano Ciriakan se propone civilizar. Aquí, a modo de escudero, se une a las aventuras del azteca el redimido cavernario Trúculi. Como establece el canon del género desarrollado por el cómic norteamericano, el tercer capítulo, que se desarrolla en la Selva maldita, situada en el Istmo de Tehuantepec, incluye una seductora villana: la bella, malvada y extravagante Zaye, quien subyuga a sus súbditos a chicotazos. Más tarde los héroes incursionan en el País de la niebla, dominio de una antiquísima y culta raza que se ha desarrollado en el fondo de un lago y que practica los sacrificios humanos. Las dificultades de Ilhuicamina comienzan al impedir la ejecución de una doncella, lo cual demuestra que su filiación a los códigos caballerescos -de los que son herederos los modernos "caballeros andantes" de la fantasía heroica- es más poderosa que su cultura azteca: "Matadme, pero nunca se dirá que yo he permitido que se sacrifique a mujeres indefensas ante mis ojos". A la saga de "El Flechador del cielo" siguen la aventuras de su vástago, "El Hijo del Flechador del cielo", ya situadas en tiempos de la conquista española.
Título anterior:
Título posterior: